colecho de invierno

despertar por la mañana y que me cojas la mano

oír tu cantarina voz que me dice princesa mientras dudo si estoy aún soñando

respirar tu aliento de niño féliz al jugar en las manos de un títere improvisado

saber que el momento es el aquí y el ahora,

intentar quedarme en el gestalt, sin proyectar el futuro o cargar el pasado

inspirar y expirar el vaho de tu calor invernal

contar hasta diez con los ojos cerrados, solo para oir mi pecho palpitar

evitar las fronteras, los departamentos estanco entrenando a mi conciencia en su expansión para poder unir nuestros espíritus

tener la certeza de que vivir consciente de este amor que me surge a borbotones, sin condición, es lo más bello que experimentará mi alma en este sueño

aceptar mi propósito en este viaje junto a ti, aceptarlo y reconocerlo

soñar contigo, viajar, preguntar, reír, llorar, cansarme, enfadarnos , aprender y desaprender, jugar, saltar, emocionarnos y cocinar…

dejar los puntos y las mayúsculas aparte para mantener lo fluído del texto

vivir a tu lado, compartiendo el camino hasta que tengas que volar

verte crecer, madurar,sorpenderme con tu locuaz inteligencia

ser madre y ser tu madre

amarte, mi niño, amarte durante una fracción de segundo que contendrá la eternidad, pues el tiempo no existe sin convención programada

y despegar los ojos, abrir la ventana de esta mañana de invierno evaporada, respirar y volver a empezar un día más

Raquel Galavís

bedded deep in long term memory-the caretaker-an empty bliss beyond this world

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